He escuchado que los países que mantienen sus plazas y avenidas limpias y hermosas, son aquellos que menos devoran recursos naturales.
Escuché también que los regímenes, según su condición de socialistas o de izquierda, contaminan menos el planeta.
Me dijeron que existen cuotas de contaminación que el planeta puede soportar, por tanto un país con más necesidad de industrialización puede con tranquilidad comprar las cuotas de otros países, que las requieren con menos premura.
Sostuvieron Madre mía, que las energías limpias ensucian menos, incluso aquellas que barren e inundan millones de hectáreas de bosques para represar y alterar el curso de aguas corrientes.
Me asomé Mamita, y vi países con más y menos parlamentos, con más y menos democracia, y quien me paseaba por ellos me decía que las democracias atentan más o atentan menos contra tus recursos y tus manifestaciones de vida, según fuese más linda, más sólida y entretenida cada democracia que veía.
También supe que se trata de reducir la desigualdad y repartir más recursos, energía y servicios a todos, con eso al parecer contaminaríamos menos.
Vi Madrecita, que cambiando las lámparas incandescentes por otras fluorescentes, y los televisores gorditos por pantallas delgaditas, así como los carros sonoros por los más nuevecitos, contaminamos menos y, por tanto, podemos comprarlos más y más.
Todo esto, Madre Tierra, lo supe en la escuela y en las leyes, en las bocas de los técnicos y en la de los políticos, todos vienen de países ricos y países pobres, de las izquierdas y las derechas, de las bancadas liberales y conservadoras, de los gobiernos más estatistas y los más liberales también, pero ninguno venía de tu seno Madre mía, parecían unos grandes hijos de pujas, las pujas de las apuestas, de las subastas y los sorteos, donde los números para entrar en el juego los vendían entre ellos, entre esos unos hijos de la gran puja, Madre querida.
Madre Tierra, Padre Universo, amados seres que sustentan la vida antes que existiésemos y más allá de nuestra existencia misma, tengan misericordia de sus hijos en tanto nuestra Madre estremece sus cimientos para sacudirse y limpiarse de tantos hijos de la gran puja que no hacen más que saquearte y ensuciarte Madrecita, mientras adornan sus excusas con refinados discursos los muy hijos de la gran puja.
De ti quedo amada Madre, gracias por darnos el sostén y la vida.
@samscarpato
Código: 03-2014-1041
Para citar este escrito:
SCARPATO, Samuel. (2014). Los hijos de la gran puja que creen representar a nuestra Madre Tierra. Primera publicación en fecha 23-Sep-2014 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 28-Dic-2015. Consultado en fecha Día-Mes-Año. Disponible: https://samscarpato.com/los-hijos-de-la-gran-puja-que-creen-representar-a-nuestra-madre-tierra/