Los bosques naturales son el sustento de la vida en el planeta, así como los océanos y su infinita magia, regulan la energía en la atmósfera y su sexo íntimo con la Madre Tierra, por tanto son el enlace con el Padre Sol y las sabias Ancianas Estrellas.
Su frescura, es el motor de nuestro clima y el aplomo de una buena madre por ver caminar con seguridad los caudales incesantes del bendito flujo de cristal líquido que beben nuestras hermanas plantas y flores, y nuestros hermanos que saltan, corren y gritan de alegría al saberse llenos de vida.
Selvas tropicales y bosques de montaña, biodiversos y potentes en respuestas de todo tipo, pero amenazados de extinción como el espejo aterrado de nuestra propia desaparición, en la medida que sigamos arrasándolos sin percatarnos del suicidio que esto acarrea, nos traen un claro mensaje.
La vibración de la energía que albergan todas las especies, especialmente de las que dicen tener mayor inteligencia y vida en sociedad, está alterada, profundamente alterada, justo en la misma medida que hemos alterado la trama de la vida en el planeta entero.
La política, las guerras, los conflictos sociales, las superfluas distracciones y las tensiones por el dinero como requisito para satisfacer necesidades, nos dejan fuera de la serena conexión con la Madre Tierra. La turbación nos hace culpar a todos y nos culpamos de todo, sin darnos cuenta que la causa que subyace tras la alteración es nuestra propia desconexión con el universo.
El llamado incesante de la Madre a conectarnos con su latir, es cada vez mayor. Muchas veces lo tomamos como fieros clamores expresados en un sin número de catástrofes naturales, pero sigue siendo la sincera invitación que sube y sube de volumen por nuestra sordera, ¿hasta dónde llegará nuestra sordera? o, mejor dicho, ¿hasta dónde deberá la Madre extender su cada vez más fuerte llamado para romper la barrera de nuestra ignorancia e incredulidad?
No pierdas la conexión que hay entre todas las formas de vida y las circunstancias que tejen la trama de la misma vida, lo que hagas a una pequeña hebra, resonará con fuerza en toda la trama, así que ya no más tensiones entre hermanos, ya no más seguir facciones ni partidos, no más.
Volvamos la atención a las manifestaciones de vida, no a lo que nos aleja de ella, créeme que con esto calmaremos la furia de la naturaleza, que es un reflejo de nuestra propia ira. Que vuelva la paz, que reine la unión entre todos los hermanos, así como la unión de todos los hijos del manto del Universo con nuestra Madre Tierra.
PD: la foto la tomé en el extremo septentrional de la cordillera de los Andes, donde alentamos a la Madre a tenernos paciencia mientras alentamos a los genios de la burocracia a crear más resguardos y santuarios de vida.
@samscarpato
Código: 03-2014-1035
Para citar este escrito:
SCARPATO, Samuel. (2014). Los boques nublados son más de lo que aparentan. Primera publicación en fecha 07-Abr-2014 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 26-Dic-2015. Consultado en fecha Día-Mes-Año. Disponible: https://samscarpato.com/los-boques-nublados-son-mas-de-lo-que-aparentan/