Existe un tercer sector para nada neutral ante los insólitos acontecimientos que vemos en la economía y la política venezolana, que ha desistido de ser escuchado por los líderes del gobierno y la oposición en cuanto a lo que se considera el deber ser justamente en la economía y la política pública, y ha decidido irrumpir para abrirse paso con la mayor y esperanzadora de las fuerzas: el emprendimiento.
Desde juegos inteligentes (“A pensar”, “Circanvas”, entre otros), App´s para móviles utilizados en más de cien países, como también chocolates galardonados, licores y locales de comida realmente geniales, además de nuevos artistas de todos los géneros musicales, hasta propuestas de innovadoras políticas públicas requeridas y contratadas en diversos países, es impresionante el “hervidero” de miles y miles de emprendimientos que brotan en Venezuela.
Un colega profesor e investigador alemán, me sugería hacer una relación matemática al comparar el decrecimiento del PIB venezolano, la fuga de talentos que se ha registrado hasta ahora y las condiciones adversas para operar comercialmente en Venezuela, con la enorme cantidad de multifuncionales y geniales emprendimientos que tenemos puertas adentro, pues la resultante es que no existe otro país en el mundo (entero) con tan enorme proporción de emprendimientos.
Ese tercer sector se cansó de lo que hacen y lo que no hacen gobierno y oposición, donde ambos bandos prometen el cielo en la tierra en una vorágine de un interminable regurgitar discursivo sin avance alguno para mejorar nuestra economía, y ha dado pasos firmes (el emprendimiento, reitero) en la toma de los espacios de desarrollo local. Desde novedosas manifestaciones culturales, hasta propuestas empresariales de avanzada, el emprendimiento ha dicho “¡me quedo en el acontecer venezolano!”.
Cada vez más certificadores y tutores de emprendimientos en países desarrollados, están apuntando a diversos ecosistemas de emprendedores en Venezuela (el término “ecosistema de emprendedores” es empleado en diversas acepciones desde hace medio siglo en el mundo entero y acuñado formalmente por Moore en 1993), lo que refuerza el indicador de enorme oportunidad de negocios que se yergue frente a las innegables vicisitudes experimentadas en el país caribeño.
Por semana, se cuentan decenas (y más) de eventos en el país entero. Desde el coaching holístico y motivadores para el emprendimiento, hasta asesores algo más tradicionales provenientes de todos los gremios profesionales y universidades, ya es habitual y tendencia creciente la atención o importancia que le brindamos como sociedad a este poderoso tercer sector.
Ya no se trata de una apuesta de cambio a partir del emprendimiento, sino que el cambio de actitud social se ha dado en tanto hemos dejado de perder el tiempo en aspiraciones puestas en líderes que no han dado en el clavo con las soluciones más productivas y sustentables a nuestros problemas cotidianos. Es el emprendimiento el que está cimentando sólidas bases para una nueva sociedad.
Bien lo ha advertido el visionario de la innovación y divulgador norteamericano Alvin Toffler en “El shock del futuro” (1970), “La tercera ola” (1980), “El cambio del poder” (1990) y “La revolución de la riqueza” (2006), como también el filósofo brasilero Darcy Ribeiro, las transiciones históricas son impulsadas y explicadas por las revoluciones tecnológicas y el manejo del conocimiento de avanzada, y precisamente los ecosistemas de emprendedores se han hecho, más que las universidades, de la sociedad del nuevo conocimiento científico y tecnológico aplicado a las ideas de negocios y emprendimientos en general.
Barquisimeto es tal vez el epicentro más activo dentro del emprendimiento venezolano, y ya lo decía Bobby Coimbra, uno de los publicistas más exitosos de Latinoamérica, al advertir hace dos a tres décadas, que dicha ciudad del centro occidente de Venezuela era (es) el mejor escenario para probar y modelar casi cualquier producto mundial por su particular y exigente mercado de consumidores o usuarios. “Quien la pegue en Barquisimeto, se consagra en Venezuela”, decía el sonero mayor Oscar D´León.
Construyamos sociedad al abrirnos a la permanente innovación y al emprendimiento; dejemos de aspirar aquello que no nos alimenta ni refuerza esperanza alguna; seamos factor de cambio, pero en un verdadero y poderoso tercer sector, amplio, ágil, constante e incluyente, ¡bienvenidos todos al emprendimiento!
@samscarpato
Código: 10-2016-10015
Para citar este escrito:
SCARPATO, Samuel. (2016). La fuerza del emprendimiento que surge entre paros cívicos y medidas desacertadas. Primera publicación en fecha 30-Oct-2016 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 22-Dic-2016. Consultado en fecha (día)-(mes)-(año). Disponible: https://samscarpato.com/la-fuerza-del-emprendimiento/