Es insólito que sigamos culpando a “El Niño” y al cambio climático por las sequías e inundaciones

El problema del acentuado desbalance hídrico, sigue radicando en los terribles problemas de gestión expresados en el mal manejo de las cuencas hidrográficas, también en la promoción tanto de la agricultura depredadora como del turismo irresponsable.

El movimiento ambientalista lleva décadas denunciándolo. Al menos de mi parte (y de primera mano), lo he hecho en no menos de veinticinco años ininterrumpidos, mientras que mis compañeros del entonces Frente Ecológico Regional (Leobardo Acurero, Domingo Ruiz, Humberto Medina, Expedito Cortez y otros valiosos miembros) llevaban al menos otra década haciéndolo.

De igual forma, al inicio de la década de 1990, la Fundación BROTE (Bios Reforma para Orientar la Tecnología hacia la Ecología, con Antonio Ibarra y compañía) y CINECO (Centro de Investigación e Información Ecológica, fundado por Leobardo Acurero, Francisco Lledó, Viktor Nesterovski y mi persona), alertábamos por una parte que, el mal manejo de los suelos y sistemas agrícolas, traería una catástrofe ambiental y de disponibilidad de agua futura por la intervención desmedida de las áreas naturales que resguardan las cuencas hidrográficas.

Por otra parte, también alertábamos que la ineficiente e irresponsable gestión ambiental de los gobiernos de turno (cosa que no ha cambiado en tres décadas) acentuaría el problema a razón de las limitadas e incongruentes políticas públicas, así como la falta de valor (cojones) político para accionar las medidas de gobierno que sean necesarias para resguardar los espacios naturales que nos quedan.

Ya hace décadas era tarde, ahora no podemos culpar a la corriente de El Niño ni a la sequía, porque nuestras naciones (Venezuela, Colombia, Guyana, Surinam, Ecuador, Brasil, entre otras) tenían hace apenas dos décadas tantos, pero tantos bosques nublados de montaña y selvas tropicales húmedas, que las lluvias eran siempre cuantiosas (con raros fenómenos de sequía registrados). Ahora lo raro es que llueva, y justo cuando más lo necesitamos. En la actualidad los racionamientos de agua, electricidad y pérdidas cuantiosas en cultivos agrícolas, se presentan todos los días de la nueva y extraña manera que nos ha tocado vivir.

El agua no nace en los embalses, tampoco en los acuíferos del subsuelo, de allí que la gestión pública y la corresponsabilidad privada debe volcarse de manera urgente y retroactivamente a recuperar zonas boscosas generadoras y protectoras de cursos de agua que, gota a gota, chorrito a chorrito, van formando los ríos y quebradas que drenan hacia los embalses y hacia el subsuelo de los valles, de cuyos espacios (ambos) extraemos el agua.

“Retroactivamente” quiere decir no sólo cuidar lo poco que nos queda, sino reponer numerosas porciones de bosques nativos y biodiversos que hasta hace poco existían.

El refranero popular dice que la ignorancia es gratis, pero en este caso no, no es gratis, porque el descomunal costo social que estamos pagando y, por lo visto seguiremos pagando, trae consecuencias cada vez más espantosas, no sólo incómodas, sino espantosas repito.

Si existiese algún preocupado político o ciudadano común al que le llegasen estas letras y pudiese invitarme a que le explique con pizarra y marcador al ciudadano ministro o presidente de la república, con gusto le haré la exposición desde la perspectiva de personas que por décadas venimos denunciando la cortedad de visión de nuestros funcionarios y la cortedad de acción de nuestros planes y políticas de Estado en tan importante materia.

Nos vemos en el espanto y la desolación, a menos que hagamos algo y para ayer.

@samscarpato

Código: 03-2014-1039

Para citar este escrito:

SCARPATO, Samuel. (2014). Es insólito que sigamos culpando a “El Niño” y al cambio climático por las extremas sequías e inundaciones, las pérdidas en la agricultura y el déficit en el suministro de agua para las zonas pobladas. Primera publicación en fecha 01-Ago-2014 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 28-Dic-2015. Consultado en fecha Día-Mes-Año. Disponible: https://samscarpato.com/es-insolito-que-sigamos-culpando-a-el-nino/