Compilado en Barquisimeto, 1997
Por Samuel Scarpato Mejuto
Gracias a Dios, las disciplinas físicas, químicas y médicas han logrado un importante consenso con el mundo espiritual; casi sin quererlo hoy hablamos el mismo idioma. Por muchos siglos parecieron grandes rivales; hasta hace poco, el desarrollo científico no parecía encontrarse con aquello que pareciese metafísico únicamente. Hoy se comprende y se explica físicamente.
Así como el planeta Tierra tiene su atmósfera y su campo magnético, todos los seres, animales, vegetales y minerales (tomando en cuenta a los hombres y mujeres que pueblan el mundo) de igual manera poseemos nuestro campo magnético o cuerpo de energía, el cual cubre sutilmente el cuerpo humano. Al igual que nuestro planeta, tenemos en todo nuestro rededor un campo magnético compuesto por paralelos y meridianos. La física subatómica o cuántica nos descubre este mundo hasta ahora inexplicado por el escepticismo del hombre. Hace poco más de cuatro décadas, no creímos poder llegar a la luna o concebir una computadora más pequeña que un automóvil, hoy casi llegamos al planeta Marte luego de pisar varias veces la luna, y estamos acostumbrados a ver o usar computadoras tan pequeñas como un cuaderno de notas.
No debemos descalificar aquello que no conocemos o que no comprendemos, hay que investigar y descubrir las maravillas ocultas a los ojos profanos, puesto que “siempre la verdad nos hará libres”.
Existen en Venezuela instituciones especialistas en la materia, quienes pudiesen ampliar esta información con mayor autoridad.
I. BIO-RITMO SOLAR
Buena parte de los movimientos que efectúa nuestro planeta, como la rotación, traslación, etc., suceden en función del astro regente, el Sol, de forma similar pasa en nuestras vidas. El día nos pide ciertas actividades y la noche nos exige otras; en horas de la mañana, nuestro cuerpo y mente se prestan para determinadas actividades; en horas vespertinas experimentamos otras sensaciones. Este fenómeno no es casual, el bio-ritmo solar actúa de manera imperativa sobre nuestros cuerpos. Los distintos momentos que conforman la jornada observan diferentes requerimientos para poder complacer armónicamente los distintos planos alojados en nuestro cuerpo.
II. ASPECTOS A TOMAR EN CUENTA EN EL EJERCICIO DE VIDA
La ingesta:
Comprende todo aquello que consumimos oralmente. Podemos dividir la jornada en tres grandes momentos alimenticios:
- El Desayuno
- El Almuerzo (los mexicanos le llaman la “comida”).
- La Cena.
- El Desayuno (energía de aceleración).
Por lo general se lleva a cabo poco después de despertarnos, luego de varias horas de sueño. Antes de cualquier ingesta (incluyendo el uso de la pasta de dientes), resulta necesario beber por lo menos medio vaso de agua fresca para energizar los órganos corporales y para activar el desecho de toxinas movilizadas durante las horas de sueño.
El estómago ha estado vacío por muchas horas, por eso requerimos alimentos livianos. Por otra parte, estamos por comenzar toda una jornada física y mental, lo que nos demanda al mismo tiempo alimentos muy energizantes. Entonces debemos consumir alimentos que sean livianos y energéticos simultáneamente, precisamente son aquellos cuyo campo vibratorio se expresa por medio de la ENERGÍA VIOLETA y la ENERGÍA AZUL, como los siguientes:
- Frutas frescas, ENERGÍA AZUL (consumo diario).
- Oleaginosas, ENERGÍA VIOLETA (consumo diario o interdiario): maní, pistacho, nueces, almendra, ajonjolí, merey (marañón, nuez de cajú), avellana, etc. (cualquiera de ellas, tratando de alternarlas, un máximo de dos cucharadas).
- Miel, ENERGÍA VIOLETA (consumo diario o interdiario): máximo dos a cuatro cucharadas.
- Yogurt casero, ENERGÍA VIOLETA (consumo interdiario): máximo una taza.
- Cacao, ENERGÍA VIOLETA (consumo interdiario o más distanciado): máximo dos cucharadas.
- Café sin leche, ENERGÍA VIOLETA A GRIS (por lo cual puede ser depresivo): no indispensable.
Si a media mañana se siente hambre, se puede “picar” un poquito de alguno de estos grupos energéticos, como frutas (bien sea enteras o como batidos o compotas) o granola sin cereales. Si estos alimentos son consumidos fuera de la mañana, no aportarán al organismo el mismo valor nutritivo.
La deficiencia de Energía Azul afecta a: Tiroides, cardias, píloro, ojos.
La deficiencia (y en algunos casos el exceso) de Energía Violeta afecta a: ADN, pineal, neurohipófisis, algunos núcleos hipotalámicos.
2. El almuerzo (energía de mantenimiento).
Lo hacemos al mediodía. Ya no requerimos alimentos tan energéticos y sus campos vibratorios están representados por las ENERGÍAS VERDES, NARANJA, AMARILLA Y ROJA. Son los siguientes:
- Vegetales verdes, ENERGÍA VERDE: Lechuga, acelga, berro, espinaca, cilantro, brócoli, perejil, etc. Esta resulta una portentosa fuente de calcio de asimilación directa (poco más de 100 gramos, su consumo será diario).
- Vegetales no verdes, ENERGÍA NARANJA: Auyama, papa, remolacha, apio, zanahoria, ñame, plátano verde, yuca, coliflor, etc. (poco más de 100 gramos, su consumo será en lo posible diario).
- Leguminosas, ENERGÍA AMARILLA: Caraotas, lentejas, quinchonchos, garbanzos, arvejas, abas, soya, etc. (máximo 200 gramos, cada dos o tres días).
- Lácteos, ENERGÍA ROJA: (no indispensable y contraindicado en climas calientes, se consumirán menos de 200 gramos dos veces por semana).
- Otra proteína animal, ENERGÍA ROJA: Carnes y huevos (opcional). Menos de 200 gramos en cada comida; consumir interdiario o una vez por semana, se recomienda para carnes rojas: chivo, ovejo; para carnes blancas: pescado no contaminado y gallinas o pollos criollos no hormonados; huevos: procedentes de gallinas criollas fecundadas (ver Ley de la Pureza, dentro del libro bíblico del Levítico).
La deficiencia de Energía Verde afecta a: Riñones, oídos, cuello de la matriz, vejiga, próstata, corteza cerebral y cerebelosa, amígdalas.
La deficiencia de Energía Naranja afecta a: Mucosa de todos los órganos huecos, endometrio, adenohipófisis, algunos núcleos hipotalámicos, ARN.
La deficiencia (en algunos casos el exceso) de Energía Amarilla afecta a: Matriz, tubo digestivo, hígado, vesícula.
La deficiencia (y en algunos casos el exceso) de Energía Roja afecta a: Músculos, corazón, arterias, venas, bazo, núcleo mamilar, médula ósea, plasma, vagina, recto, pene.
3. La cena (energía de relajación).
Se recomienda ingerirla entre las 6 y las 7 p.m., este grupo induce al organismo a descansar (por lo general produce sueño). Comprende los alimentos ubicados en el grupo de la energía blanca, que son exclusivamente:
- Cereales, ENERGÍA BLANCA: Avena, trigo, maíz, arroz, cebada, centeno, sorgo, etc. Aproximadamente 200 gramos o menos. Se llevan a la mesa a través de atoles, cremas, arepas, tortas, pizzas, cachapas, panes, pastas, arrozadas, etc. Jamás se recomendará el consumo de harinas refinadas; toda harina, producto de la molienda de estos cereales, debe contener el afrecho, el germen y el endospermo (las harinas refinadas sólo contienen el endospermo, que viene a ser básicamente carbohidratos con algo de proteína).
En este momento de día, ya no necesitamos alimentos tan energéticos (el carbohidrato no necesariamente corresponde a los alimentos más energéticos, según la física cuántica), sino alimentos que preparen a nuestro organismo para descansar. La energía blanca produce sueño, puesto que da la orden a nuestros órganos y a nuestras células de relajarse.
Si cenamos alimentos muy energéticos (o cualquier alimento después de las ocho de la noche), aparentemente dormimos en horas de la noche y madrugada, pero en realidad envejecemos, puesto que nuestras células no están reponiéndose porque no las hemos dejado descansar al ocuparlas en la digestión y en la post digestión.
Para poder remover las toxinas y el sobrepeso, nuestros órganos deben estar totalmente aptos (limpios y relajados). Recuerde que nuestro organismo, al igual que el de los animales silvestres y el de las plantas, está diseñado para la auto sanación, siempre que comprendamos o facilitemos este proceso.
Si consumimos energía blanca fuera del horario recomendado, con seguridad engordaría, intoxicaría o, cuanto menos, no aportaría su mejor valor alimenticio. De igual forma sucede en caso de consumir un exceso en la ración alimenticia.
La deficiencia (y en algunos casos el exceso) de Energía Blanca (cereales) afecta a: Tráquea, bronquios, pulmones, páncreas, timo, apéndice, huesos. El exceso de Energía Blanca también actúa como depresivo.
III. TIPS DE GRAN IMPORTANCIA
- Recuerde siempre el máximo principio del padre de la medicina occidental, Hipócrates: “QUE TU MEDICINA SEA TU ALIMENTO Y QUE TU ALIMENTO SEA TU MEDICINA”.
- No debe repetirse un mismo grupo alimenticio dentro de un mismo día.
- Debe consumirse un mínimo de un litro de agua simple por día, aparte de los jugos. Esto ayuda a hidratar, lubricar, desintoxicar y en general, energizar a todos los órganos.
- No debe consumirse ningún tipo de edulcorantes ni saborizantes artificiales, puesto que pueden engañar a las papilas gustativas (lengua) y enviar una información distorsionada al cerebro, el cual a su vez avisa al resto del organismo. Pero resulta que, al pasar los alimentos algunos segundos más tarde por las “papilas” energéticas (esófago), es enviada la información correcta al cerebro, el cual a su vez “desmiente” al resto del organismo del fraude nutricional y pueden suceder cosas como que fue innecesariamente segregada e incorporada a la sangre una cantidad considerable de insulina, por ejemplo, contribuyendo así con un terrible desequilibrio hormonal.
- La respiración debe ser completa y profunda. Esto no sólo ayuda a una mayor y mejor oxigenación, sino que también nos mantiene siempre relajados, permitiendo a su vez, una mejor concentración. El tórax debe expandirse por completo, incluyendo el abdomen.
- El ejercicio debe ser diario. Bastarán tan sólo 20 a 30 minutos por día, con tal que sea rítmico o continuo. La mente debe estar concentrada en esta actividad específica. Esta cantidad de ejercicio diario será suficiente para crear una onda magnética corporal, como para lograr buena parte de la desintoxicación energética y corporal. El exceso de ejercicio o los ejercicios de alto impacto, deterioran el organismo.
- La actitud es la principal fuente de alivio o de intoxicación psíquica y corporal.
- El poder del verbo (consciente o inconsciente) puede ser tan constructivo como destructivo. Cualquier mal deseo para con el prójimo, siempre es revertido de una u otra forma hacia nosotros.
- La baja autoestima vulnera el sistema inmunológico.
El material ha sido consultado en guías del Instituto de Medicina Cuántica de México; Asistencia a Seminarios entre agosto 1996 y julio 1997.
Agradecimientos al profesor Henry Escobar por presentarme a Marla en persona; a María Teresa Alcaraz (hermana desencarnada) por mantenerme al tanto; al Dr. José Luis Baudet por perseverar con esta medicina en Venezuela por más de 30 años.
@samscarpato
Codigo: 05-1997-3146
Para citar este escrito:
SCARPATO, Samuel. Compilador. (1997). Dieta cuántica, el alimento que requiere nuestro cuerpo, mente y espíritu. Inédito de fecha julio 1997. Segunda publicación en fecha 29-Abril-2017. Consultado en fecha (día)-(mes)-(año). Disponible: https://samscarpato.com/dieta-cuantica-alimento-requiere-cuerpo-mente-espiritu/