Mozart humano libre pensador

Veo escuelas y universidades, maestros y eruditos, encantados por escuchar Mozart y hacer que otros lo escuchen y sientan por igual sus alegres y vibrantes composiciones, pero, ¿acaso le dedicamos si quiera algo de tiempo a conversar de la virtud de libre pensador que vivía y promovía este compositor?

El himno de la universidad donde trabajo con mucho orgullo, se inspira en gran parte en una hermosísima cantata de Mozart, incluso su epónimo (Lisandro Alvarado) fue uno de los más destacados libre pensadores de mi país, formado como médico, naturalista, etnólogo y lingüista, a quien por cierto en su sepelio prohibieron velarlo dentro de la catedral de Puerto Cabello por su condición de masón y el pleno apogeo de excomunión que la iglesia católica nos tenía para entonces, hubo por tanto que velarlo en la plaza pública.

Volviendo a Mozart, quien formaba parte de la logia “La Esperanza Coronada” de Viena, recibe por encargo de sus queridos hermanos de logia componer la pieza, tal vez la última que hizo en vida, de lo que es hoy el Himno Masónico o la cantata que más empleamos en nuestras logias, la “Pequeña cantata masónica”, también conocida como “Anunciad a viva voz nuestra felicidad”.

Siempre me pregunté, ¿la genialidad lleva al libre pensamiento o el libre pensamiento a la genialidad?, indistintamente que seamos creyentes, el dogmatismo religioso nos aleja del libre pensamiento tan igual, indistintamente que tengamos ciertas posturas ideológicas, el fanatismo ideológico, especialmente la alienación política partidista, nos aleja del libre pensamiento y, con ello, de la capacidad de soñar y crear sin límites a la razón.

Entonces, quisiera que reflexionásemos acerca de lo que hacen las instituciones sobre nosotros, más allá de proponer y hacer cumplir las reglas del juego y la sana convivencia en sociedad. No nos salgamos del punto, me refiero a la alienación que cualquier corriente puede hacer sobre nosotros hasta someter nuestro espíritu libertario y creativo, y llevarnos a la inercia del conformismo y la continuidad.

Si la historia nos ha demostrado que es el libre pensamiento el que acrecienta la ciencia, además que el libre pensamiento es el que ha dado nacimiento a la inmensa mayoría de nuestras repúblicas (incluyendo las que tienen mucho que enmendar), ni hablar de los más grandes compositores, poetas, cineastas, artistas en general, ¿por qué entonces el espíritu (por decir la lógica) del libre pensamiento no conduce nuestras instituciones?

Es contradictorio quejarnos de nuestros gobiernos y de los que hacen oposición a ellos, a la par de alimentar nuestro fanatismo y alienación a regímenes, partidos y religiones. Por tanto, para salir del fanatismo, basta disolver el fanatismo mismo, comenzando por el nuestro, lo demás vendrá por sí solo, créanme.

No existen tiranos sin fanatismos que los alimenten, al igual que no existen caudillos sin un mesianismo que los convoque, de allí pregunto ¿será posible salir de los tiranos apostando a un mesías que lo sustituya?, el Leviatán, la ciencia política y la lógica del libre pensamiento nos demuestran históricamente que no se puede o no se debe hacer.

El mayor paso a dar recae entonces, en la responsabilidad ciudadana y en apostar a desfanatizarnos de posturas dogmáticas de toda índole, sin fanatismo no habrá tiranos, y sin mesianismo no habrá caudillos que alimentar. Piénsenlo, practíquenlo y romperemos el círculo vicioso de la codependencia.

El año entrante (2016), este gigante de la creación artística universal, Wolfgang Amadeus Mozart (Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart) cumple sus primeros 260 años de nacido, y en poco más de dos años cumple 300 años la primera constitución discutida y consensuada, que dio paso décadas más tarde al ordenamiento armonioso y unión de tantas logias del mundo y que, 70 años luego de esa primera constitución, eclosionaba la Revolución Francesa (también promovida por libre pensadores) y, con ello, finalmente se institucionaliza el fin del control de la iglesia y las monarquías sobre la ciencia y el ordenamiento jurídico que rige los Estados y la vida de los ciudadanos en sociedad.

Hay mucho, muchísimo, que revisar y mejorar pero, sin duda alguna, es al libre pensamiento que debemos la mayoría de nuestros cambios en sociedad y el distanciamiento que de a poco hemos hecho a la tiranía y la opresión.

Me considero libre pensador y lo reconozco por al menos en seis generaciones en mi familia, en virtud de esto, el grito de “libertad, igualdad y fraternidad” no puede quedar como lema ni como el vago o lejano recuerdo de lo que se quiso hacer en el mundo entero hace casi 220 años, menos aún debe permitirse que este vibrante grito libertario quede como consigna de dogmáticos, fanáticos de cualquier creencia, o amantes del mesianismo por tanto convocantes del caudillismo y la tiranía, todo lo cual es profundamente contradictorio.

¡Por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad!, ¡un abrazo más que triple y fraternal a mis queridos hermanos y a todos los libre pensadores del mundo!

@samscarpato

Código: 05-2015-3129

Para citar este escrito:

SCARPATO, Samuel. (2015). Tendríamos algo que decir los libre pensadores en el 259 cumpleaños de Mozart. Primera publicación en fecha 27-Ene-2015 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 13-May-2016. Consultado en fecha (día)-(mes)-(año). Disponible: https://samscarpato.com/tendriamos-algo-decir-los-libre-pensadores-259-cumpleanos-mozart/