Rock’n’roll, libertad de expresión, protestas en Venezuela y el mundo, nuestros hijos y más

Dedico estas letras a mi sobrino ahijado Alejandro Mejuto, quien, al momento de este escrito tal vez por el trance difícil en su vida. Los chats que hemos compartido cada mes son de una altura tal, que revelan la calidad de un verdadero rockero: libertad y respeto por lo que somos y por lo otros puedan ser. Ojalá muchos pudiesen tener la calidad humana y de comprensión integral del excelente guitarrista que es Alejandro, estudiante crítico de sociología en la UCV, buen hijo y hermano, y aún mejor nieto.

En común hemos tenido la crítica a tirios y troyanos, además de la visión canalizadora de ciertos aspectos de fondo que llevan a tirios a un foso sin salida y a troyanos a un precipicio sin retorno. Pero, sin lugar a dudas, la visión de Alejandro es de otro mundo, me refiero a un mundo que está por venir.

Se trata de lo que en esencia debemos deconstruir para poder construir ese nuevo mundo planteado. Así, dejar las armas del odio para poder ver con claridad lo bueno que está detrás de todos, incluso tras aquellos que consideramos acérrimos adversarios, es prioritario para poder tejer de nuevo la trama de la vida que nos une a todos sin excepción.

Alterar la trama del otro es alterar la propia nuestra, de allí que es imposible construir un nuevo mundo destruyendo el de otros, por más errado que este parezca. La deconstrucción o “bajarse del tren” es un acto de consciencia mutua, de reconocimiento mutuo y de acercamiento en torno a los elementos constitutivos comunes, lo malo es que todos decimos “el otro es quien debe dar el primer paso y ejemplo”.

Alejarse del odio y encerrarse, tampoco es el camino. El asunto es bastante complejo, nada fácil cuando estamos llenos de temores de todo tipo. Hemos actuado como animalitos arrinconados (literalmente arrinconados y llevados a extremos humanos e inhumanos), capaces de gruñir y morder a quien se nos aproxime.

Al Rock’nRoll y a los rockeros nos han vilipendiado por décadas, tratándonos de satánicos histéricos, violentos conspiradores y subversivos sin razón. Lo cierto es que todo buen rockero es más pacífico que el religioso que se golpee con más fuerza el pecho y, si comprendiésemos el verdadero mensaje, no cabría racismo, discriminación sexual, ni por apariencias de ninguna forma.

El Rock’n’Roll es libertad y juventud, honestidad y modestia en la forma de vivir, lo demás es codicia y mercadeo de las disqueras y de los artistas que se salieron del rumbo esencial de llamado a la vida. De la misma manera, espero los estudiantes de Venezuela y el mundo comprendan este meta mensaje. Por décadas, jamás hemos sido “partidarios de algún partido” porque nuestro partido es la vida y la cooperación plena, como señales del nuevo mundo que se avecina.

Les dejo un video (aficionado) de una reunión diez años después de la hermosa película “School of Rock” que acompañó a mis hijos en su crecimiento, así como en su concepción por la cual el Rock no es sexo, vagancia y drogas, sino libertad y respeto por todos.

Me alegra enormemente ver estos chiquillos ya grandes juntos en “la banda” con Jack Black, con los mismos rostros y miradas de luz espiritual que tenían una década atrás, con la misma pasión por lo que hacen y con el amor por ser libres en respeto y bondad, eso es Rock’nRoll.

Y a ti Alejandro, gracias por ser así, tan auténtico y verdaderamente espiritual, eres lo que siempre he considerado un verdadero rockero. Te quiero mucho sobrino ahijado, la luz del universo siempre estará contigo. Descansa en paz.

@samscarpato

Código: 05-2014-3112

Para citar este escrito:

SCARPATO, Samuel. (2014). Rock’n’roll, libertad de expresión, protestas en Venezuela y el mundo, nuestros hijos y más. Primera publicación en fecha 29-Mar-2014 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 26-Dic-2015. Consultado en fecha Día-Mes-Año. Disponible: https://samscarpato.com/rocknroll-libertad-de-expresion-protestas-en-venezuela-y-el-mundo-nuestros-hijos-y-mas/