Escribirle a personas tan cultas y devotas jamás podría, este pagano no llega a tal altura, por eso les hablaré desde la barbarie de mis costumbres para recordar y saludar a mis hermanos del mundo entero, a esa humanidad que se encuentra tras el legado de cada religión y con la cual nos unimos en esencia y fraternidad universal.

Me volví pagano el día que decidí continuar hablándole a los duendes y a los espíritus del bosque, como desde muy niños todos lo hicimos, mismo día que seguí saludando con alegría al padre Sol cada vez que brota radiantemente cada mañana para bañarnos de energía renovadora.

Saludar a la hermana Luna en cada uno de sus recorridos de plenitud y mengua, también me hizo pagano, danzando al ritmo del pisar de la tierra y de alegres gritos que proferimos los más bárbaros, ¿cómo se nos ocurre cantarle a una roca?, jamás me lo había preguntado, pero sí me lo han preguntado decenas de veces.

A esos bárbaros que cuidan nuestros bosques y selvas y que gracias a ellos tenemos agua que beber, oxígeno que respirar y muchos de los alimentos que llevamos a nuestra boca, a esos terribles paganos les saludo en este solsticio de invierno boreal y solsticio de verano austral, a esos mis hermanos de luz y paz, vaya mi fuerte abrazo.

La mejor y más potente de las veces que he recobrado mi alma bajo el intenso chorro de agua de una cristalina y fría cascada que cae sobre mi cabeza, fue precisamente junto a los bárbaros naturales que cuidan de ella por miles de años.

A esos paganos, bárbaros naturales, salvajes sin alma o media alma como diría el edicto de hace cuatro siglos, dedico este solsticio por ser quienes más y mejor cuidan de nuestra Madre Tierra y del equilibrio de la energía de nuestro vulnerado planeta.

Mis hermanos de luz, enseñanzas sin igual con infinita paciencia por lo que es y hace el hombre culto contra cuanta forma de vida se le atraviesa, gracias por comprenderlo y aguardar que la luz le ilumine por igual el entendimiento de vida en armonía entre todos. La profecía ya se está cumpliendo, un poco de paciencia no más les pido.

Que la gran estrella del norte y la gran estrella del sur se abracen para estremecer de bondad la tierra que nos alimenta y las manos de quienes osamos acariciarla, que todas las religiones y todas las ideologías vuelvan su corazón a la esencia de donde todos provenimos y seamos más respetuosos con las manifestaciones de vida.

Mi petición de corazón en este solsticio para todos ustedes.

@samscarpato

Código: 05-2014-3125

Para citar este escrito:

SCARPATO, Samuel. (2014). Para los salvajes paganos que conmemoramos los solsticios y los equinoccios. Primera publicación en fecha 21-Dic-2014 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 15-Ene-2016. Consultado en fecha Día-Mes-Año. Disponible: https://samscarpato.com/para-los-salvajes-paganos-que-conmemoramos-los-solsticios-y-los-equinoccios/