Como ecologista, creo que no podemos alejarnos del deber social de acercarnos a comprender la dinámica que mueve la vida de los pueblos que se asientan dentro y en torno a las áreas ambientalmente frágiles. No se trata sólo de amar y proteger la naturaleza, en la gente que allí convive está la clave de su pervivencia y esplendor.

Como profesional de la ciencia administrativa, gerencial y política, siento que pervertimos el sistema para exprimir de nuestro entorno los más abominables conceptos de recursos aprovechables y hacerlos rendir en función de su utilidad. No todo se trata de recursos, de hecho casi nada lo es si no comprendemos su integridad y frágil sustentabilidad interrelacionada.

Como docente, creo que debemos ser más honestos y advertir al estudiantado, y al mundo entero, la diferencia entre el sentir social y el rendimiento ecológico del sistema que nos atenaza, convocado por nosotros de manera suicida en la medida que lo sometemos a leyes que están en franca contradicción con las leyes de la naturaleza, sin embargo, debemos ser subversos para al menos denunciarlo y tratar de revertir esta paradójica abominación.

@samscarpato

Código: 03-2015-1055

Para citar este escrito: 

SCARPATO, Samuel. (2015). En cuestiones de economía y ambiente, caras vemos, corazones no sé. Primera publicación en fecha 14-Ago-2015 en el medio Facebook. Segunda publicación en fecha 21-May-2016. Consultado en fecha (día)-(mes)-(año). Disponible: https://samscarpato.com/en-cuestiones-de-economia-y-ambiente-caras-vemos-corazones-no-se/